miércoles, 17 de febrero de 2010

rezo y despedida





Llorar quería, se decia y lágrimas de hielo del agua de tus cabellos trepaban jinetes sin corcél.



Llorar queria aún... y árboles nocturnos trepában sobre la luna y estrellas fecúndas copulában con el mar, las flóres, como viudas y solterónas veían sobre de un reloj, ella está en su hamáca fumando y fumando, "quizás falte aguardiente para suspirar..." se le oyó decir; afuera en el pátio, la luz poco a poco refúlge, brujas y duéndes lócos brincan y magnetizan la fuerza de mis huesos fréscos aún...



Las flóres aburridas de su olor están decidiendo ya marchar.


Tánta espera lo acabó de matar


y la tierra como un inmenso peról


se apresta a cocer.


Catarina llorándo está.




No comprende al gusano,

no comprende a la flor.






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